La delincuencia es buena

Cuando digo que la delincuencia es buena es porque en realidad es algo maravilloso, un hecho que cala profundo en el corazón de varios chilenos y que en ciertas ocasiones nos muestra lo bondadosa que puede ser.
El que lea esto se extrañará de tan extrema opinión, pero si lo ven desde el siguiente punto de vista, entenderán lo incréiblemente bueno que puede llegar a ser el contar con jóvenes bándalos que en lo único que piensan es en el resto de sus compatriotas.
El ejemplo de mayor solidaridad por parte de estos civilizados y caritativos jóvenes es lo que está por ocurrir este 11 de Septiembre. En este día tan especial, ciertas organizaciones llaman a que las personas dejen de lado su rutina diaria, dejen de trabajar para que descansen un día y salgan a las calles a marchas pacíficas, donde lo único que se busca es descanzar y dejar de lado la rutina torturante del trabajo diario. Adhiriéndose a la causa esta encontraremos, sin lugar a duda, a estos ejemplares jóvenes delincuentes que sabiendo que no todos tienen jefes que les permitan adherirse a las marchas, irrumpen con violencia y desmanes en distintos puntos del país para que aquellos esclavos de látigo del trabajo puedan ser dirigidos a sus hogares en vista de la supuesta difícil situación que ocurre en las calles (digo supuesta porque todo esto es un teatro de la solidaridad). En ese momento ya hay una primera señal de lo caritativo de estos niños, hecho que se ve exaltado en una posible etapa posterior en el día donde en algunos sectores incluso interrumpen el suministro eléctrico, de manera tal de que los jóvenes no puedan salir de sus casas y puedan tener un momento de reunión y regocijo familiar bajo la luz de las velas y una rica comida, dejando de lado así la caja tonta de la tele y conversar así una buena sopa o un rico café en familia. Por todo lo anterior, la delincuencia es buena. Lo que sí, no debe quedarse solamente con este día tan lindo, sino que debe considerar que hay otros que también son candidatos a tener momentos de encuentros y de descanzo, como lo son el día del joven combatiente y el los días cercanos al primero de mayo y en general toda otra circunstancia donde las mentes brillantes de nuestro país salgan a las calles a tomar lo que no les correponde y a dañar lo que no es de ellos con el único fin de permitir a otros salir más temprano del trabajo y compartir con su familia en un día de semana, quebrando así el esquema de la rutina.
Si usted leyó todo lo anterior, y tiene una neurona más que los sujetos sobre los cuales hablo (o sea, dos al menos, para que haya sinapsis) entonces entenderá que la ironía y el sarcasmo están presentes y podrá tomarlo como algo curioso y chistoso.