A un ocioso que se dedica a hacer esculturas y cosas así, de seguro que un día mientras miraba cómo las hojas caían se le ocurrió "¿cómo sería el esqueleto de PacMan?" (filosófica pregunta), agarró sus cartulinas, lápices, alambres, acuarela y greda (o quizás algo mejor que eso) y confeccionó la escultura que ven en la foto. Lamentablemente no está a la venta, pero eso a mí no me importa porque este loco de seguro ni siquiera jugó PacMan porque nunca le ví que tuviera dientes al pelotudo amarillo ese.
Robado de TechEBlog.
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